La ciudad de Fukushima en Japón, se ha convertido en sinónimo de desastres nucleares como resultado del terremoto y el tsunami que atacó Japón en el 2011. Pero quieren cambiar esa reputación y convertirse en casa de la granja eólica marina más grande del mundo.
El ministro de economía, comercio e industria de Japón ha encargado la construcción de una gigantesca granja eólica flotante en un esfuerzo por alejarse de la energía nuclear, y la primera turbina eólica flotante ha sido instalada en las costas de Fukushima.
La gigantesca turbina de 2 MW fue ensamblada en Chiba, montada en una estructura sumergible de 30 metros y remolcada hasta el puerto Onahama en Fukushima. La turbina fue instalada a 19 kilómetros de la costa en aguas con profundidad de 120 metros, y fue asegurada al suelo marino con cadenas de hierro. Seguirán instalando turbinas de aquí al 2020, cuando se convertirá en la granja eólica marina más grande del mundo, superando a la actual granja ubicada en el estuario del río Támesis.
El desastre nuclear del 2011 llevó a la industria nuclear de Japón a una virtual paralización, creando una escases de energía y forzando al país a importar gas. Ahora la prefectura de Fukushima planea alejarse de la energía nuclear y depender de energías renovables en un plan a 25 años. Esto no sólo ayudará a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero del país, sino que esperan que la energía eólica y otras energías renovales no sean tan vulnerables en futuros terremotos, tsunamis y tifones.