Cada año, Google consume tanta energía como 280.000 hogares para alimentar sus poderosas redes de servidores y edificios.
Si toda esta electricidad procede de centrales eléctricas de carbón, entonces el impacto medioambiental de Google sería asombroso. El carbón es la forma más sucia de energía. Pero en la última década, Google se ha estado cambiando a fuentes renovables, minimizando su efecto en el planeta e impulsando una industria que necesita todo el apoyo posible.
Google promete que toda su energía procederá de fuentes renovables en 2017.
“Somos el corporativo comprador de energía renovable más grande en el mundo”, dijo Joe Kava, vicepresidente de infraestructura técnica de Google, al diario The New York Times. “Es bueno para la economía, bueno para los negocios y bueno para nuestros accionistas”.
No es que Google tenga sus propios parques solares y eólicos, aunque el Proyecto Sunroof de la compañía está tratando de obtener paneles solares en todas las casas de los Estados Unidos.
En cambio, Google pide a sus proveedores de energía que solo envíen energía de fuentes renovables. Dado que la factura energética de Google es gigantesca, este compromiso financiero permite a las empresas de energía financiar nuevas fuentes renovables, ampliar el volumen de energía renovable disponible, reducir los costos para todos y hacer más viable la construcción de nuevos proyectos en el futuro.
Los enormes almacenes de servidores de Google se encuentran dispersos en todo Estados Unidos, lo que puede afectar a muchos mercados de energía.
Las empresas consumen alrededor del 25% de la energía consumida en Estados Unidos y otros gigantes de la tecnología como Amazon, Facebook y Microsoft están tratando de funcionar totalmente con energía renovable.
El impulso del mundo corporativo por la sostenibilidad ambiental podría significar que la energía renovable se imponga de manera inevitable en los EE.UU., independientemente de quién sea el presidente. Si los mayores actores económicos están invirtiendo y apostando por las energías renovables, entonces el resto de la economía con el tiempo seguirá.
Recientemente, 365 empresas e inversionistas estadounidenses escribieron una carta abierta al presidente electo, Donald Trump, haciendo hincapié en su compromiso de luchar contra el cambio climático.
Este cambio también ayuda a replantear la conversación sobre el cambio climático. En el pasado, la sostenibilidad ambiental estaba expresada en términos morales y éticos.
Si bien el consumo de energía de la gente común es insignificante, pero cada vez son más populares y mientras más gente vote por la energía limpia, más incentivos habrá para abandonar el carbón de una vez por todas.