Este 7 de noviembre, el país de Siria, asolado por la guerra, firmó oficialmente el Acuerdo Climático de París, dejando a Estados Unidos como el único país que rechazó el acuerdo climático. Aunque Barack Obama ingresó a los EE. UU. en el trato durante su mandato como presidente, Donald Trump rápidamente retiró la nación después de su toma de posesión.
La nación de Medio Oriente hizo el anuncio en Bonn, Alemania, en la cumbre climática de la COP 23 de las Naciones Unidas. A pesar de que Siria enfrenta su sexto año de un brutal conflicto civil, acordó limitar sus emisiones de carbono en un esfuerzo por evitar que el cambio climático empeore. No está claro qué ha cambiado, y Siria todavía tiene que presentar sus objetivos para reducir los gases de efecto invernadero.
En diciembre de 2015, casi 200 países firmaron el Acuerdo de París. Hasta el mes pasado, Nicaragua también era una nación reñida. Sin embargo, eso se debió a que el país centroamericano no creía que el acuerdo fuera lo suficientemente amplio como para poner límites a las emisiones y ayudar a las naciones de bajos ingresos a adaptarse a un planeta que ya estaba cambiando.
Una de las quejas de Nicaragua fue que los principales contaminadores -como EE. UU., UE, China e India- no mantenían sus niveles de emisiones lo suficientemente bajos como para evitar que los niveles del mar subieran y el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados, sin mencionar el objetivo más ambicioso de 1.5 grados Celsius para el 2100. Finalmente, las partes en el acuerdo firmaron, ya que el acuerdo global sobre el cambio climático fue mejor que ninguno.
Ahora Estados Unidos es el último país en firmar. En el pasado, el presidente Trump dijo que los trabajadores estadounidenses (en particular los mineros del carbón) se encontraban en una “desventaja económica” por el acuerdo. Y a pesar de que Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en el mundo (segundo después de China), Trump sigue comprometido con la idea de que invertir en carbón -no energía renovable– es el camino a seguir.
“Con la decisión de Siria, el implacable compromiso de la comunidad mundial para cumplir con París es más evidente que nunca”, dijo al New York Times Paula Caballero, directora del programa de cambio climático del Instituto de Recursos Mundiales. “El severo aislamiento de los Estados Unidos debería darle a Trump una razón para reconsiderar su desacertado anuncio y unirse al resto del mundo para enfrentar el cambio climático”.
Los países que han firmado el Acuerdo de París ahora buscan alcanzar emisiones de gases de efecto invernadero cero-neto para 2050.