La energía es el sustento de nuestra sociedad, nos ha permitido, como seres humanos, conformar fundamentalmente el mundo como lo conocemos. La energía está presente en nuestro día a día. Nos facilita la transportación, comunicación, fabricación de nuevos productos, iluminarnos en la oscuridad, entre otras cosas.
A lo largo de nuestra historia hemos aprovechado los recursos naturales de una manera insostenible, presionando límites ambientales y poniendo nuestra sociedad en riesgo. El sector de la energía es clave para poder entender la razón de algunos de estos estragos. Tales son estos como los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se mandan a la atmósfera, la deforestación o tala de árboles, la ineficiencia energética, el desperdicio de recursos, el mal manejo de desechos residuales provenientes a la generación de energía entre otros.
Estamos viviendo en una época de cambios, una época de crecimiento y transformación. Conforme pasa el tiempo, somos más conscientes de la importancia de nuestras acciones y las repercusiones que estos nos conllevan. Somos la generación que puede encabezar la mejora de nuestra sociedad y del mundo. Somos parte de la esperanza de transformación necesaria para sobresalir y resistir al cambio climático y sus implicaciones. Es nuestra responsabilidad hacer frente a un problema que nos pega a todos en el presente y en un futuro a las siguientes generaciones.
México está siendo uno de los países en crecimiento que está enfocando sus metas a la sustentabilidad. A partir del 17 de febrero de 2018, México se convirtió́ de manera oficial en el miembro número 30 y el primer país de América Latina en formar parte de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), el foro de energía más importante en el mundo.
Actualmente, la IEA se integra por 30 países miembros y siete países asociados que representan más del 70% del consumo mundial de energía.
Al formar parte de la IEA, México tendrá la oportunidad de recibir asistencia técnica y asesoría en política energética por parte de expertos de la Agencia, acceso a bases de datos y colaborar en acciones colectivas en casos de emergencias energéticas.
La IEA reconoce que la Reforma Energética ha puesto a México firmemente en el mapa de la política energética mundial y considera que será beneficiada por integrar como miembro al país con la 15° economía más grande del mundo, 12° mayor productor de petróleo y uno de los países con mejores recursos renovables en el mundo.
De acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), las tecnologías convencionales para la generación eléctrica contribuyen con el 18% de las emisiones totales de GEI a nivel nacional (es la segunda actividad del país con mayor impacto al medio ambiente, después del transporte), con un volumen anual equivalente a 125 mil millones de toneladas de CO2.
Según el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2018-2032, en el 2017, se generaron 329,162 GWh de energía eléctrica, 3.1% más que en 2016. El 78.9% de la electricidad generada proviene de tecnologías convencionales y el 21.1% restante de tecnologías limpias.
La generación a partir de fuentes limpias registró un aumento de 7% más que en el 2016 con 4,529 GWh. El 76.9% de la generación limpia proviene de centrales hidroeléctricas (45.9%), nucleoeléctricas (15.7%) y eólicas (15.3%).
El comportamiento histórico de la generación de energía eléctrica en los últimos 15 años han representado un crecimiento promedio anual de 2.8%.
Las centrales eléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generaron el 52% de la energía eléctrica en 2017, los Productores Independientes de Energía (PIEs) aportaron el 26.7% y el 21.3% restante es la producción que los particulares aportaron bajo los esquemas de autoabastecimiento, cogeneración, pequeña producción, exportación, usos propios continuos y generador, así como por generación distribuida y los sistemas rurales no interconectados reportados por el Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO).
México cuenta con una amplia gama de Energías Limpias, debido a sus condiciones geográficas y climáticas, ya que se puede disponer del viento, la radiación solar, los océanos, los mares, los ríos, los yacimientos geotérmicos, los bioenergéticos (biomasa y biogás), el metano y otros gases asociados a residuos sólidos u orgánicos, la energía nuclear y la energía generada por las centrales de cogeneración eficiente.
Estamos en la transición hacia un mundo más sustentable y las energías renovables pueden ser nuestra mejor esperanza para un futuro más limpio para nosotros y para las futuras generaciones.
Natalia Pulido Villarreal, Energy Digital Content Creator
Referencias
Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2018-2032