En un tiempo en que el cambio climático y los desastres naturales amenazan más que nunca el futuro de la humanidad, es momento para que las mujeres alcen la voz y sean escuchadas. Su relación con el medio ambiente y su sensibilidad en la gestión de los recursos naturales son un tesoro que aún está por descubrir. En el Día de la Mujer, resaltamos la labor de varias luchadoras que, a pesar de los obstáculos, se han puesto en primera fila a defender y conservar el medio ambiente.
Te presentamos la historia de Ruth una joven peruana de Sibayo, Arequipa. Comenzó a aprender artesanía textil a los diez años, de su mejor maestra, su madre. Ruth recuerda que no le gustaba tejer “Pero luego comprendí que la artesanía era algo que me dejaba mi madre como una herencia. Era mi cultura”, dice orgullosa.
Esta tejedora pertenece a la Asociación Sumac Pallay, donde las mujeres fabrican suéteres, gorros, bufandas y mantas con lana de alpaca 100% natural.
La habilidad que muestran las mujeres de Sibayo para el hilado no tiene comparación. Siempre esforzándose por mejorar, han desarrollado instrumentos y técnicas innovadoras, como los paneles solares portátiles que usan al aire libre para hilar la lana mejor y más rápido.
La comunidad no solo vive de la artesanía, vive también del ecoturismo. La mayoría de las casas del pueblo funcionan como hospedajes comunitarios y casi todas cuentan con paneles solares para tener agua caliente y electricidad. “Antes hacíamos el hilado con la rueca, eso nos demoraba bastante tiempo, ahora con la hiladora solar hemos duplicado nuestra producción”, cuenta Ruth.
Sibayo ha comprendido que el sol es una fuente natural de energía y ya están aprovechándolo en sus actividades productivas. Ruth está demostrando que las energías limpias también son una oportunidad para los bionegocios en las comunidades más vulnerables.
Estas iniciativas comunitarias son apoyadas a nivel técnico y financiero por el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el respaldo del Ministerio del Ambiente de Perú. De esta manera, las comunidades de cuatro paisajes peruanos en Arequipa, Cusco, Puno y Tacna buscan soluciones para superar la pobreza y contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Con información de la ONU