Arranca plan de celdas solares en la CDMX

Ciudad de México.- En las azoteas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento y del nuevo edificio, ambos sedes del Gobierno de Ciudad de México, fueron instalados 565 paneles solares generadores de electricidad.

«Son los primeros dos edificios públicos integrados al proyecto de Ciudad Solar», expuso Juan Carlos Solís, doctor en energía.

Con un costo de 17 millones de pesos, la Administración pasada, a través de la Secretaría de Obras y Servicios, instaló en octubre de 2016 los módulos en las azoteas de los dos inmuebles del Zócalo, pero quedaron abandonados sin producir electricidad.

«Con la energía alterna producida se pagan ahora recibos de electricidad por 350 mil pesos, 30 por ciento menos a los del año pasado», indicó Gloria Pineda, maestra en tecnologías ambientales.

Con la acumulación de los ahorros, en menos de cinco años se cubriría el costo de los equipos, con base en los precios vigentes del mercado.

La oficina coordinadora del proyecto de Ciudad Solar, la cual forma parte de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), a cargo del doctor en ingeniería energética Alberto Valdés, se ocupó de rescatar los paneles, para posteriormente ponerlos a funcionar y conectarlos a la red de consumo de los mismos edificios.

Los especialistas de la Sedeco trabajan ahora en la instalación de un sistema semejante en la sede de dicha dependencia, la cual se ubica sobre la estación del Metro Eugenia.

La siguiente instalación pública en donde busca colocarse la granja solar más grande del País es la Central de Abasto (Ceda), expuso la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

«Uno de los proyectos más importantes son paneles fotovoltáicos en los techos de la Central de Abasto.

La Mandataria detalló que actualmente se realiza un estudio en conjunto con Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) y el Banco, para conocer cuál es el potencial, el tipo de tecnología requerida y las características que tendría el proyecto.

«Se entrega a mediados de noviembre el resultado y la idea es que el próximo año pudiera iniciar este proyecto», indicó Sheinbaum, doctora en ingeniería ambiental.

Por ser edificios catalogados por el INAH, no podían desplegarse paneles en toda la azotea, por lo que sólo cubren una superficie de 25 por ciento y tuvieron que ser colocados en forma volada, descansados sobre plataformas, por la imposibilidad de hacer perforaciones.

Los módulos son resistentes al granizo, además de que en días de lluvia o nublados continúan produciendo electricidad, pero con menor capacidad, indicaron Pineda y Solís.

(Con información de Reforma)